un poco de mí...

Supongo que todavía soy una nena. Todavía no crecí, lo entiendo. Aun tengo 13 años y la mitad de las personas que me preguntan mi edad se quedan sorprendidos y la otra mitad no me cree. Admito que parezco más grande, de unos 16 años, pero eso no significa que los tenga y que deban tratarme como una chica de esa edad (aunque, a veces, me gusta que lo hagan porque tengo más libertad). No soy muy inteligente, me va mal en el colegio y vivo castigada. Me gusta salir, mentir de vez en cuando (solo cuando se necesita) no soy de vivir mintiendo, pero tampoco digo que soy una santa. Soy la persona más caprichosa que puedas conocer, cuando quiero algo lo quiero y pase lo que pase lo voy a tener, no vas a dejar de escucharme hasta que me lo des. Soy celosa, demasiado. Soy desconfiada, no puedo contar mis secretos, me cuesta, soy cerrada y creo que eso es por un problema del pasado…

Tengo ojos marrones (color coca-cola). Me gusta pintarme las uñas y cuidármelas. Tengo pelo lacio, color castaño claro y largo (hermoso, según mi papá y muchas personas). Cuando lloro me pongo roja como un tomate y (de vez en cuando) se me hincha la cara. Me gusta escribir. No me atrae mucho leer pero cuando encuentro un libro que en verdad me entretenga, tenga las páginas que tenga, lo puedo terminar en un día. Siempre me sentí muy confundida, es como… “no se lo que quiero, pero se lo que no quiero”. Me encanta ver fútbol, soy de boca. Me “enamoro” muy fácil, pero ese me enamoro es una forma de decir, porque hasta ahora nunca me he enamorado, o eso creo, y si lo he hecho no me he dado cuenta, no se darme cuenta de cuando me enamoro, de cuando es amor verdadero. He sufrido por muchísimas cosas. Me sentí sola más de una vez y (algunas veces) lo sigo haciendo. He amado a muchas personas y he sufrido por perdidas de ellas. Me gusta tomar mate. Charlar. Cantar. Bailar. Sentir. Amar. Seguir amando… Amar… amar(te)